Así que todo nos traiciona, incluida la curiosidad y la honestidad y lo que bien amamos. Sí, dijo la voz, pero consuélate, en el fondo es divertido, escribía el irreverente poeta chileno Roberto Bolaño.
La mención se antojaba traída por los pelos a 3,150 metros sobre el nivel del mar en el campamento de La Parva. Entonces, alguien acomodó a Bolaño con una expresión sencilla: “Y la nieve…”, justo cuando disfrutábamos de un extraordinario panorama blanquísimo en la majestuosa Cordillera de los Andes. Aunque ahora no hay nieve en Chile, la llegada de la tercera década del siglo XXI, justifica la digresión.
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