En la década de 1990, la obsesión del mundo se hizo más acentuada ante la cercanía del año 2000, como si se tratase de un guarismo mágico que convertiría a la humanidad en una suerte de colectivo robótico. Luego arribamos al 2000 y no sucedió nada espectacular. ¿O sí?
Luego, aparece Google Assistant y las alucinantes conversaciones con robots que parecen humanos muestran tal realismo, que despiertan exclamaciones de admiración y de temor al mismo tiempo. A todas luces, el futuro tantas veces dibujado en obras de ciencia ficción, ha llegado.
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