En la década de 1990, la obsesión del mundo se hizo más acentuada ante la cercanía del año 2000, como si se tratase de un guarismo mágico que convertiría a la humanidad en una suerte de colectivo robótico. Luego arribamos al 2000 y no sucedió nada espectacular. ¿O sí?
Luego, aparece Google Assistant y las alucinantes conversaciones con robots que parecen humanos muestran tal realismo, que despiertan exclamaciones de admiración y de temor al mismo tiempo. A todas luces, el futuro tantas veces dibujado en obras de ciencia ficción, ha llegado.
En esta invasión tecnológica, la competencia es intensa pero los beneficios cada vez mayores. Google Assistant es el nuevo referente ante los ya consolidados Siri de Apple, Alexa de Amazon, Cortana de Microsoft y Bixy de Samsung.
Por ahora, según los especialistas, Google y Siri son los más recomendables, sin olvidar el tablero amplio de Cortana, las funciones lejos de las computadoras de Alexa y el detalle de que Samsung no permitirá dejar a Bixy rezagado.
Una reciente visita a Tokio, Japón, me permitió constatar hasta qué punto es certero afirmar que el momento de dominio o incluso hasta superioridad de las tecnologías ya es parte de nuestras vidas. Obviamente, se impondrá con mayor rapidez en el mundo desarrollado. Puede incluso hasta colocar en una posición incómoda y desconcertante al resto de la comunidad internacional.
Además de los robots que ya pululan en comercios de la megaciudad tokiota, llama la atención el tema de las Casas de Cambio. Absolutamente automatizadas en todas las divisas convertibles, con voces computarizadas, apenas cuentan con uno o dos empleados no visibles que supongo harán acto de presencia en situaciones extremas.
-HEROGEN
Sasha Strauss, director ejecutivo y fundador de Innovation Protocol, vehemente promotor de la construcción de marcas, me comentó luego de una singular conferencia en Santiago de Chile, sobre la importancia de entender su concepto del Herogen, es decir la generación de héroes que suplantarán el protagonismo de los Millennials.
Según este líder de consultores que ha colaborado nada menos que con Warner Bros, Microsoft, PayPal o Adobe, entre otras, nos encontramos en el ecuador de la profecía atribuida a Albert Einstein: “Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad (…)” y que tendremos una generación de idiotas.
Strauss y otros analistas requeridos son gráficos en torno a un futuro de carácter inmediato. Ya en 2018 se estrenaron casas inteligentes y personalizadas que solo funcionan identificando a sus dueños. Los dormitorios cuentan con dispositivos para regular la temperatura, aromas y acomodamiento en la cama para facilitar el mejor sueño posible.. La tendencia se incrementa, pesel nuevo coronavirus.
Pueden en el despertar sugerir la alimentación y el nivel de actividad física que se requiere para la jornada, además de ofrecer un balance del estado de salud de la persona. Hay más, el sistema de robots visibles o virtuales, permite también señalar los ingredientes para el desayuno y hasta tenerlos disponibles o listos en un horario determinado.
Asimismo, la era de los vehículos sin necesidad de conductor toca a las puertas igual que las residencias inteligentes.
-Entonces es aquí donde se hace imprescindible formarnos como una Herogen comprometida con las nuevas tecnologías, pero también consciente de la necesidad de no ser rebasada en un rejuego en el que intervienen la vida, la celeridad, el aprendizaje y la capacidad de discernimiento, para asimilar las transformaciones y decidir qué comprar, reflexiona Sasha Strauss.
Su pronóstico concluyente se antoja más cerca que nunca: en dos años todo mutará al Internet de las Cosas y la Big Data será la Biblia de la vida ultramoderna en el siglo XXI.