La llaman “omelette” y es uno de los platillos más populares del mundo, aunque en verdad nada como la suculenta tortilla española. Sin embargo, ni de Francia, ni de España, su origen se remonta a la prehistoria, al Imperio Persa o Aqueménida.
Abarcaba entonces a Irán, Iraq, Afganistán, Turkmenistán, Turquía, Chipre, Uzbekistán, Líbano, Siria, Palestina, Israel y Egipto. En otras avenidas de tesoros, la Mére Poulard y el impresionante Monte Saint Michel aportaron imaginación.
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