El amigo Manuel prefirió seguir el camino sin capa protectora y el resultado fue tan espectacular como el Humo que Truena, (Mosi-oa-Tunya), las Cataratas Victoria (Victoria Falls), con una lluvia invertida que asciende en forma de vapor de agua.
Empapado, Manuel seguía sin reconocer que los lugareños de Zimbabwe y Zambia tenían razón cuando ofrecían una capa de agua por módico precio a la entrada del parque, camino a la catarata más extensa del mundo con 1,7 kilómetros de largo, el doble que la del Niágara.
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