Gigantes que lloran como niños, millonarios que tampoco pueden sustraerse a las emociones. Proezas, frustraciones y pequeños detalles humanos: durante poco más de 17 días los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 nos regalaron un espectáculo sublime, lleno de adrenalina.
Para los amantes del deporte, con virtudes y defectos la Ciudad Maravillosa mostró su extraordinaria belleza al mundo y dibujó un capítulo para la historia en la primera Olimpiada en Sudamérica y la segunda en América Latina y el Caribe, a pesar de los pesares.
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