Conocer un vino, saber distinguir las cepas de aromas y bouquet, suele ser el arte del sommelier, pero también el disfrute de los placeres de la bebida de los dioses.
Parece un asunto muy complicado y que requiere de estudios especializados. Ciertamente así es. Sólo que con algo de entrega y pasión, los amantes del vino pudiéramos determinar la calidad de este delicioso néctar de Baco o tal vez del propio Jesús cuando dijo: Yo soy la vid.
Continuar leyendo