Nos habíamos despedido con una sonrisa complaciente. Tal vez yo exageré en los cumplidos y ella los tomó con desgano. O simplemente no les prestó atención.
Pero nada hacía pensar ni por asomo en un conflicto. Fue cuando comencé a pensar en la teoría del biorritmo. A pesar de que insisten en tratarla como una pseudociencia , a mi me parece más atinada que el Tarot.
Alinear lo físico, intelectual y emocional es probablemente uno de los momentos más complejos de cada persona. No sé si funciona con carácter milimétrico y en verdad, diversas pruebas refutan su validez.
Pero ¿dónde estaba?
Después de conversar con un amigo francés, me atreví a disertar sobre las formas y los contenidos. Ni siquiera el rubor o la palidez me harían cambiar de opinión. Cuando la pude levantar, tenía el peso ideal.
Finalmente reapareció. No era la misma. Sin embargo, conservaba su sex appeal.
Tomé una copa, me serví generosamente y aquel Pinot Noir, de una excelsa bodega francesa, me supo a gloria.
¡Por una vez, estaba todo lo físico, intelectual y emocional!
Un buen vino debe siempre estar a la alcance de la mano
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Por supuesto y si es de alta gama, mejor.
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