A la pregunta de qué relación tendría el vino y la música, probablemente muy pocos enólogos darían con la respuesta correcta. Salvo que conozcan a Pablo Ugarte, el hombre que saltó del pentagrama a las parras y ha convertido al concurso Catad´Or Wine Awards en un suceso en Chile y el continente americano.
“La música es una mujer muy celosa, que requiere tiempo completo. El problema para mi es que el vino se ha convertido en un amigo inseparable y estoy viendo como negocio con ambos mundos. Pero el vino y la música siempre se han llevado bien”, me cuenta Ugarte en una interesante charla.
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