Me permití la licencia de paralizar la respiración durante 10 segundos, como una suerte de ceremonia que merecía la final de los 100 metros planos en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Entonces Usain Bolt, el relámpago jamaicano estaba por cumplir 26 años y se enfrentaba una vez más al reto de sí mismo. Ahora volví a quedar sin aliento al verlo triunfar en el Mundial de Beijing 2015.
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