Hubo un tiempo en el cual novelas o películas de ciencia ficción nos parecían descabelladas, poco creíbles y hasta absurdas. Luego, nos acostumbramos a caminar a hurtadillas, no alzar la voz y a veces, entre susurros, preguntar de que iba la Inteligencia Artificial (IA).
Luego, se unieron a la fiesta los Algoritmos, el Metaverso, las Criptomonedas, los NFT, Descentraland o el ChatGPT (…).
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