Desde una playa maravillosa en el Caribe hasta los dibujos caprichosos de las zonas más australes del mundo, el mar se antoja regalo supremo de la naturaleza, que rebasa el encasillamiento de enorme masa de agua salada.
Fuente infinita de inspiración de románticos, pintores, poetas, escritores y músicos, esta colosal obra que suma océanos y se funde ríos y lagos, concita sentimientos de placer, amor y lujuria, pero también de miedo y terror.
Continuar leyendo