El hombre era parte del habano, o viceversa. Compay Segundo andaba siempre con un tabaco en la boca. Era parte de su personalidad, adornada con sombrero, traje, corbata y guitarra en mano.
Sonreía con frecuencia y su voz grave entonaba la cadencia mágica de su archipopular Chan Chan. Cuando murió a los 95 años había alcanzado una fama sin precedentes con el Buena Vista Social Club.
En mis andanzas por el mundo, descubrí -si es que puede llamarse un descubrimiento-, que la seductora Chan Chan había prendido de tal manera que se colocaba al lado o muy cerca de la sempiterna Guajira Guantanamera como emblemas de Cuba.
Es una melodía sencilla, con letra pintoresca y sin mayores ambiciones que agradar. Lo hace y termina siendo pegajosa.
Figura clave del dúo Los Compadres, Francisco Repilado, su verdadero nombre, sin embargo estaba en la lista de los músicos olvidados. Mejor suerte tenía Omara Portuondo, con una voz aterciopelada, cortinas fugaces de reconocimiento y fama relativa. Todos los cubanos sabían que se trataba de una Diva.
En una y otra cuerda, la realidad es que la resonancia internacional llegó con el milagro del nacimiento del Buena Vista Social Club. Sus integrantes siempre fueron excelentes músicos, Omara Portuondo una voz de recorrido, bautizada como La Dama del Feeling, amiga de César Portillo de la Luz y José Antonio Méndez, integrante del célebre cuartero las D´Aida.
Compartió escenarios con Edith Piaf, Nat King Cole, Rita Montaner, Bola de Nieve, Benny Moré, además de alternar con Ernesto Lecuona y Arsenio Rodríguez. Aún así se antojaba una postal de bellas memorias hasta que elevaba sus registros intactos.
En pleno nuevo milenio, dentro de las galas de los Juegos Olímpicos del año 2000 en el umbral del elegante teatro de la Opera de Sydney, Australia, había dos grandes telas desplegadas, la primera con el anuncio de Buena Vista Social Club, la otra para Luciano Pavarotti.
-EL CINE Y LA MUSICA
Fue en el año 2000 con el World Circuit del Buena Vista Social Club que los melómanos de todas las latitudes descubrieron en medio de “aquellos viejos maravillosos” a Omara Portuondo, con Rubén González, Ibrahim Ferrer y a ratos con Compay Segundo, estos tres últimos ya fallecidos.
Pero la historia nació mucho antes. Casi 50 años después del cierre de un club muy popular en La Habana, el músico cubano Juan de Marcos González se lanzó a formar el grupo en una grabación con el estadounidense Ry Cooder, considerado uno de los 100 guitarristas más grandes de todos los tiempos.
Lo de Juan de Marcos no era una casualidad. Cofundador del grupo Sierra Maestra y del experimento de Afro-Cuban All Stars, fue alma del Buena Vista Social Club, con la enorme virtud de reunir a numerosos músicos de larga data, muchos de ellos olvidados y sin un porvenir claro.
Junto a Cooder, concibió el disco de nombre homónimo que en 1997 se convirtió en rotundo éxito.
Ry Cooder se enamoró del proyecto y de hecho fue el mayor impulsor de su difusión mundial. Tuvo mucho que ver la colaboración con el cineasta alemán Win Wenders en la película Texas. De ahí nació una amistad que lo llevó a entusiasmar al europeo en la plataforma del Buena Vista Social Club.
Win Wenders dirigió un documental en 1999 sobre el conjunto de viejos músicos cubanos que a los mencionados se sumaron Eliades Ochoa, Manuel “Guajiro” Mirabal, Amadito Valdés, Barbarito Torres, Papi Oviedo, Manuel “Puntillita” Licea, Pío Leyva, Ry Cooder, Joachim Cooder y Juan de Marcos González, entre otros.
La cinta fue nominada al Oscar en el año 2000 y la fama en desarrollo del Buena Vista Social Club se hizo viral. Al punto que recientemente, en 2016, en formato pequeño y con Omara Portuondo y Eliades Ochoa, el grupo fue invitado a actuar en una ceremonia en la Casa Blanca de Washington.
También el disco Buena Vista Social Club obtuvo un Premio Grammy. El álbum fue grabado en marzo de 1996 y publicado el 16 de septiembre de 1997 por la compañía World Circuit Records.
En 2003, el disco se ubicó en el puesto número 260 en el ranking de los 500 mejores álbumes de la historia de la revista Rolling Stone.
-CANCIONERO ANTOLOGICO
Su cancionero es una preciosa síntesis de clásicos de la música cubana:
Chan Chan / De camino a la vereda/ El cuarto de Tula/Pueblo nuevo/Dos gardenias/¿Y tú qué has hecho?/Veinte años/El carretero/Candela/Amor de loca juventud/Orgullecida/Murmullo/Buena Vista Social Club/La bayamesa
El final de hadas no es lo común en el arte. La fama y popularidad llegaron tarde a Compay Segundo, Ibrahim Ferrer, Rubén González, Pío Leyva, Manuel “Puntillita” Licea (…) y fallecieron apenas encumbrados, pero se dieron el gusto de tocar el firmamento cuando menos lo pensaban.
En Buena Vista 31 No 4610 entre 46 y 48, Marianao, estaba el Buena Vista Social Club por las décadas de los años 1940 y 1950. No obstante los esfuerzos por conocer con exactitud donde se hallaba la instalación fue imposible un acuerdo unánime. Gozaba de popularidad junto con el Marianao Social Club, la Unión Fraternal y el Club Atenas.
El propio Ry Cooder se involucró en la investigación. Finalmente se conformó con establecer un interesante parangón:
-La sociedad cubana y caribeña e incluso la de New Orleans, que yo sepa, estaba organizada alrededor de estos clubes sociales. Había clubes de empaquetadores de cigarrillos, de peloteros y jugaban cartas y practicaban deportes y tenían sus mascotas, como perros. En el caso del Buena Vista Social Club, allí se reunían músicos, como en los clubes de los Estados Unidos Además, tenían actividades de baile y muchas otras más.
Excelente artículo que recoge en apretada síntesis al «fenómeno» llamado Buena Vista Social Club.
Faltó mencionar a otro grande y generalmente preferido, Manolo Galván, ex guitarrista y director de Los Zafiros, quien formó parte del proyecto y grabó un disco con Ryde Cooder.
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Pues muchas gracias y bueno el dato. Como siempre todo es perfectible, en cuanto tenga un tiempo, voy a añadir lo del guitarrista, muy cierto.
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