Para escribir de un Premio Nobel de Literatura hay que quitarse el sombrero o al menos conocer su obra. Califico en un punto intermedio de ambas cosas por aquello del sentimiento de admiración y el nexo indisoluble del francés Patrick Modiano con el cine.
Datos esenciales: tiene 69 años, nació en Boulogne-Billancourt, una comuna del entorno parisino, hijo de padre judío de origen italiano y madre belga asentados en Francia. Escritor exitoso mucho antes del Nobel, con el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa (1972) y el muy codiciado Premio Goncourt (1978).
Las diferencias en metálico son enormes: alrededor de un millón de dólares para el Nobel y los simbólicos 10 euros el Goncourt. Pero el lauro francés es también bastante apetecido. Basta con destacar que lo obtuvieron entre otros, Marcel Proust (1919), André Malraux (1933), SImone de Beauvoir (1954) y Margueritte Duras (1984).
En 2008 estaba en Francia cuando le concedieron el Nobel a Jean Marie Gustav Le Clezio, hasta cierto punto una sorpresa como ahora la de Patrick Modiano. Valía la pena entonces volver sobre Albert Camus, una de las plumas más admiradas, para ingresar en el mundo de Le Clezio: https://faustotriana.com/2009/05/23/los-nobel-de-francia-y-le-clezio/.
Ahora en 2014 se repite un poco el tema, aunque de forma más transversal, hay un punto de convergencia entre Camus y Modiano. Pero la esencia de mi comentario apunta más hacia el Séptimo Arte.
-NOBEL EN EL CINE-
Al cine le debo conocer un poco de Modiano y de la lectura de una de sus novelas, Rue des boutiques obscures (traducida al español como Calle de las tiendas oscuras), precisamente la merecedora del Goncourt en 1978. Debo admitir, sin embargo, que si bien la lectura resultó apasionante, la escogí por azar y sólo mucho tiempo después supe que había ganado el premio francés.
El Nobel es un imán de atracciones y me hizo recordar a Modiano más por su presencia en las andanzas cinematográficas. Precisamente fue integrante del jurado del Festival de Cannes del año 2000 que otorgó la Palma de Oro a Dancer in the Dark, del danés Lars von Trier, con una actuación impactante de la cantautora islandesa Bjork.
Hablando de memorias, Calle de las tiendas oscuras es una brillante historia de un detective desconectado del pasado por la amnesia. Reencuentro con la identidad y sus misterios, junto con los fantasmas de la Ocupación Nazi y el colaboracionismo francés que persisten en toda la obra del escritor, además de los trazos milimétricos del París que tanto ama.
De cosas bellas, el Festival de Cine Francés de La Habana es un privilegio del cual he podido disfrutar en varias ocasiones. Fue allí donde me encontré con Bon Voyage, una comedia agridulce de Jean-Paul Rappeneau, situada en junio de 1940 en Burdeos cuando los alemanes se acercaban a París.
Con el guión de Rappeneau y Modiano, la película contó con un reparto de lujo encabezado por Isabelle Adjani y Gérard Depardieu.
Colaboró igualmente en el guión de Lacombe Lucien (1974) del maestro Louis Malle, nuevamente sobre el tema que le obsesiona, los nazis y el colaboracionismo galo. Y lo demás ya se sabe, El perfume de Yvonne, de Patrice Leconte basada en su libro Villa Triste, además de otras adaptaciones de sus obras llevadas al celuloide.
-DORA BRUDER-
Pero para mí, lo más impresionante es su pasaje con el caso de Dora Bruder, una niña judía parisina de 15 años en la era hitleriana, deportada al tenebroso campo de concentración de Auschwitz, según pudo establecer Modiano.
El relato es fascinante, aunque apenas lo conozco por Internet. Un anuncio en el París-Soir impreso en 1941 daba cuenta de unos padres desesperados.
“Se busca a una joven, Dora Bruder, de 15 años, 1,55 metros, rostro ovalado, ojos gris marrón, abrigo sport gris, pullover burdeos, falda y sombrero azul marino, zapatos sport marrón. Ponerse en contacto con el señor y la señora Bruder, bulevar Ornano, 41, París».
Acerca de su labor detectivesca, el ahora flamante Nobel de Literatura, remarca:
Es terrible ver cómo todo se pierde: incluso si usted pregunta a alguien sobre su propia vida él mismo habrá olvidado muchas cosas, o deformará otras inconscientemente, hay una incertidumbre total.” […] “el paso del tiempo es una masacre, como un bombardeo.
La curiosidad llegó mucho después de sus pesquisas y no dudó en contar la anécdota.
«Luego, con los años, y con el libro ya publicado, me llegó algo más de documentación sobre Dora. Y me planteé la cuestión de si merecía la pena reescribir la novela o no. Decidí que no. No soy historiador. Soy novelista. No importa tanto el resultado de la búsqueda como la búsqueda en sí. Así que la novela se quedó como está».
Para la despedida en esta muy modesta aproximación al inescrutable Patrick Modiano, comparto un fragmento del caso Dora Bruder.
«Nunca sabré cómo pasó sus días, dónde se escondió, en compañía de quién se encontraba durante los meses de invierno de su primera fuga o en el curso de aquellas semanas de primavera en las que se escapó de nuevo. Ese es su secreto”.
La joven fue una víctima más del exterminio masivo en Auschwitz.
Ciertamente es muy interesante el escrito,porque no muchas personas conocemos a Modiano y es una buena oportunidad para sentir el deseo de leer sus novelas.
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Muy agradecido Violeta y también le doy la bienvenida al blog.
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Lo más relevante para mi es que tras esa personalidad de hombre discreto y alérgico al jet-set, se esconde una persona muy sensible y con la obsesión de contar capítulos del pasado pero también del tema del pasado en general y de los vericuetos de la personalidad.
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Tiene una obra realmente interesante y aunque es lógico que el Nobel despierta la curiosidad, no nos arrepentiremos de leerlo.
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La gran virtud del cine, acercarnos a personalidades como Patrick Modiano. Dicho sea de paso, Bon Voyage es una agradable película.
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Pues en efecto, para los amantes del buen cine, tenemos las pistas con películas que nos acercan a grandes escritores. Gracias y bienvenida al blog.
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Un autor poco conocido en el ámbito hispanoamericano que merece más promoción. El Nobel le dará el aire que le faltaba
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Pues ese es el efecto del Nobel, será más leído en lo adelante.
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Escritores menos conocidos que cuesta encontrar esperando que el Nobel nos permita leer a modiano
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A mi me llegó Modiano por el cine, pero igual estoy de acuerdo con ese criterio. Lo interesante es que los Nobel nos ayudan a conocer más. Gracias por la lectura.
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