Nos preguntamos con frecuencia si el cine es un mero entretenimiento, a la vez que espacio de pura distracción. Cuando en una butaca nos movemos con cierta incomodidad y sentimos asfixia ante una trama difícil, solo entonces le damos vuelta a la interrogante para recordar que, en efecto, existe el Séptimo Arte.

Pieces of a woman (Fragmentos de una mujer) y muy en especial Vanessa Kirby ofrecen con crudeza pasajes de la vida que, sabemos, existen y en no pocas ocasiones aterrorizan. Mostrarlos sin ambages ni concesiones es el mérito supremo de esta película.

Hace algunos años muchos cinéfilos experimentamos una sensación intrincada, embarazosa, con Meryl Streep. La extraordinaria actriz nos hacía remecer en nuestros asientos al contemplarla en su corrosivo y audaz papel en La decisión de Sophie (Sophie´s Choice), dirigida en 1982 por Alan J. Pakula.

Desde entonces, pocas actrices habían logrado la perfección histriónica que consigue la britanica Vanessa Kirby (la princesa Margueritte en The Crown) en la interpretación de una mujer que sufre la pérdida de su bebé en el trabajo de parto.

-Frances McDormand!!!

Empero, la gracia de los Oscar son las candidaturas y otra que pisa fuerte este año es nada menos que la inconmensurable Frances McDormand (ya con dos estatuillas por Fargo y Three Billboards Outside Ebbing, Missouri) ahora con su convincente papel en Nomadland.

Si Piece of a woman del húngaro Kornél Mundruczóde resulta un largometraje demoledor, Nomadland, de la estadounidense-china Chloé Zhao, ofrece un retrato descarnado de los perdedores de una sociedad que asfixia a los pequeños personajes de pequeñas vidas.

Frances McDormand repite su fórmula triunfadora con ese histrionismo tan natural y desenfadado que deslumbra sin acariciar las notas estridentes. Simplemente parece haber nacido como una auténtica nómada de los tiempos modernos.

-Cine vs convencionalismos
De tal forma estamos ante dos obras que desafían los convencionalismos.

Vanessa Kirby encarna una historia desgarradora de alcance universal que parte de la amarga experiencia de su director Mundruczóde y de su compañera en la vida real, Kata Wéber (guionista), quienes perdieron una criatura en 2018.

McDormand se asienta en la piel de Fern en un atisbo de impacto diverso. Rezuma el sentimiento que alguna vez, alguno de nosotros, hemos experimentado en el deseo de escapar de todo y transitar por el mundo sin esperar nada a cambio.

A la joven rubia británica y al rostro adusto de tierna sonrisa de la estadounidense, las veremos en primer plano en los Oscar 2021. Yo, por lo pronto, me quedo, en un final de foto-finish, con el trabajo de Vanessa Kirby.