Matices en Discurso del Rey y Route Irish

10 comentarios Estándar


Comentarista de Cine. Suena mejor que crítico. Al final es casi lo mismo, con la diferencia de recurrir más a las impresiones y los sentimientos personales que a los tecnicismos y estéticas. La coincidencia es dejar reposar las películas.

Está, por supuesto, la tiranía de los “deadline” y la relevancia de ofrecer el punto de vista justo a pocos días o semanas de los estrenos de los filmes. La ventaja de un blog radica precisamente en que la premura y el ritmo pertenecen al autor.

Cuando vi The King´s Speech (El discurso del Rey) ya estaba rodeada de apasionados elogios y las nominaciones a los premios Oscar la colocaban en primer plano. Luego, era casi inminente el lauro al británico Colin Firth por su papel protagónico.

Demasiado edulcorada para ser en verdad un producto de excelencias.


Impecable, eso sí, en su ambientación, vestuario y tres actuaciones bastante rescatables: Firth, Helena Bonham Carter y el siempre sólido australiano Geofrey Rush (Oscar por Shine, y con otras tres candidaturas).

La Academia de Hollywood tiene hábitos bastante previsibles. Como en definitiva el mercado es en muchas oportunidades su inspiración, trata de hallar equilibrio para evitarse el fastidio de conceder premios sólo por amor al arte.

Gusta de reconocer a los actores que interpretan roles de discapacitados, con limitaciones físicas o mentales (Mi pie izquierdo, Rain man, Forrest Gump, Sospechosos habituales, Children of a lesser God –Te amaré en silencio-, El piano …).

Igual sabe hacer sus cálculos. Regula los años consecutivos de Oscar a cintas tenebrosas, pesimistas, espiritualmente devastadoras o de corte belicista y por lo general frustrante. Así que The King´s Speech encajaba perfecto.

De hecho y para no dejar lugar a dudas, la Academia concedió los lauros de Mejor Director a Tom Hooper y de Mejor Guión Original a David Seidler, y obviamente, a Firth.

Un trabajo minucioso y redondo. Pero quizás en la ausencia de imperfecciones estriba su mayor defecto. Colin Firth en su interpretación del tartamudo Rey George VI logra desdoblarse de modo brillante y llega a inquietar al espectador en medio de su desesperante verbo.

Rush nos tiene acostumbrados a descollar y no decepciona tampoco ahora, lo mismo que Helena Bonham-Carter, por cierto estrella del cine con raíces de alcurnia en su familia británica y española, y actual compañera sentimental del excéntrico Tim Burton.

Sin embargo, el australiano es un singular logopeda de muy nobles sentimientos y la actriz de la saga de Harry Potter se comporta como la esposa ideal del marido y padre perfecto, además soberano justo y querido por su pueblo.

Para el espectador no hay ni sorpresas ni emociones. Sentado en la butaca de la sala de cine, los dedos se deslizan por el billete de entrada como preguntándose si en verdad valió la pena invertir dinero en esta historia de “happy end” lineal y sin sobresaltos.

Debe haber agradado mucho a la monarquía británica y a la pomposa e irracional boda en tiempos de crisis económica de los bellos Kate y William. En fin.

-ROUTE IRISH-

Ken Loach es un viejo zorro del séptimo arte, con mucho oficio y maestría para ser ignorado. Aunque Route Irish no es su largometraje más relevante, tiene la virtud de poner el tema de la guerra en Iraq en la mirilla.

Un thriller político, dicen algunos, o suspenso de origen bélico, señalan otros. En todo caso la denuncia de las responsabilidades de las “agencias de contratistas”, la fachada del siglo XXI de los mercenarios.

Gente sin escrúpulos o aventureros, capaces de irse al fuego cruzado de un conflicto que ha perdido la brújula -si alguna vez la tuvo-, por 10 mil libras esterlinas mensuales. Luego, la terrible Route Irish, la carretera que separa el aeropuerto de la Zona Verde y Bagdad, donde todo puede ocurrir.

La venganza y la autodestrucción de Fergus por lo ocurrido a un amigo muerto en Iraq ¿o asesinado?. El hilo conductor de la trama en el límite de la asfixia apenas deja resquicios de bondad en personaje alguno.

Loach conquistó la Palma de Oro en el Festival de Cannes-2006 con el drama irlandés “El viento que agita la cebada” y en su propuesta de Route Irish trata, como dijera, de mostrar las verdades sobre la guerra de Iraq y avergonzar a los líderes que la han apoyado.

“Si no podemos sentarlos ante los tribunales de justicia, tenemos que exponerlos ante la opinión pública porque deben rendir cuentas”, confesó.

Sin llegar al nivel de otras producciones, se agradece la idea de colocar en el tapete una realidad camuflada de conflictos bélicos, atizados además por el capital privado, con estos misteriosos mercenarios que se adornan con el veleidoso nombre de “contratistas”.

10 comentarios en “Matices en Discurso del Rey y Route Irish

  1. Para mi es una película muy lograda. No siempre en este mundo estamos obligados a ver y escuchar siempre desgracias. Por una vez algo de optimismo aunque sea dulzón.

    Me gusta

  2. Me encanto la película, la verdad, tienes razon cuando dices que esta algo edulcorada pero creo que fue exactamente lo que buscaba su director. Mi modesta opinion, creo que Geofrey Rush se merecía mucho más el Oscar que Colin Firth.

    Me gusta

    • Cuestión de gustos. Rush es un actor por lo general impecable, pero se ajusta a esa idea dulzona del largometraje. De hecho, la película ha gustado tanto a la monarquía británica que Firth será recibido por la Reina. Para mi es cuento de hadas, pero bien logrado. Gracias.

      Me gusta

  3. Me imagino que sabes que la MAYORIA de la población en el Reino Unido está a favor de tener «reyes» y «reinas». Y la boda de Kate y Williams fue un suceso querido y deseado por la MAYORIA del pueblo británico.

    Que conste: NO estoy a favor de las monarquías, y estoy totalmente opuesto a considerar a cualquiera como «de la realeza». Para mí todas las personas son iguales. Y además me disgustan muchísmo las bodas pomposas (sean de reyes, príncipes o idiotas estrellas de cine). Pero, percibo que tus comentarios sobre la película están sesgados por tu desacuerdo/disgusto con temas monárquicos y de prensa amarilla (como lo fue la dichosa boda y la todavía más ridícula «saga» de Pippa Middleton).

    Claro, que es normal y natural opinar sobre cualquier cosa desde las concepciones personales, eso lo entiendo, y en eso tú eres igual que cualquiera de nosotros -sólo que escribes mucho mejor que nosotros 😉

    Pero lamento no coincidir contigo en tu valoración de la película. Creo que es una magnífica película y con magnífica actuación. Si a la monarquía le gustó o no la película, o si el príncipe X hizo tal cosa con la persona Z…. esos son otros 20 pesos, que en realidad no tienen que ver -al menos directamente- con la película ni con su calidad artística.

    Un abrazo desde Ottawa

    Me gusta

    • Me alegra mucho recibir comentarios críticos como el tuyo. Enriquecen el quehacer. Te sumas por cierto a los amantes devotos de la película. Pero como bien dices, es mi punto de vista. Aunque no me considero un crítico de cine, llevo años en esta onda de comentar temas y no siempre logro las ovaciones de los lectores.
      Recuerdo hace poco que descalifiqué duramente a Salt con Angelina Jolie y una amiga me dijo que había ido al cine amargado.
      En fin, que El discurso del Rey es una cinta agradable, bien hecha y redonda. Pero aunque los británicos adoren a la monarquía, me resisto a creer que la historia contada fue tan bella y dulzona. Gracias.

      Me gusta

  4. Vi el Discursodel Rey, una copia excelente y creí siempre que el Oscar concedido a Colin Firth fue con verdadera justicia. Lo de Rush no tiene parangón. He podido ver algunos de sus filmes y el tipo se moldea a cualquier tipo de cuerda, recuerdo ahora Piratas del Caribe, de ahí para la eternidad. Bien, sigo, no me detengo. Gracias por estos regalos a tus lectores.
    .

    Me gusta

    • Inmersos en el cine, lo mejor en todo caso es que filmes como El discurso del Rey o Midnigth in Paris, aún en sus imperfecciones, nos permiten disfrutar de esfuerzos hacia un nivel cualitativo óptimo y eso se agradece, como también tu lectura.

      Me gusta

  5. Perdón por la demora en volver a tu blog -me compliqué y ahora es que pude leer tu comentario.

    Coincido TOTALMENTE en que Salt es una película criticable o una palabra más fuerte, pero me imagino que semejantes cosas en este blog no pegan, así que no sigo por allí…). No creo que hayas estado amargado al criticarla.

    Lo único que me pasa a mi -que ni soy especialista en cine, ni crítico, ni comentarista, solo aficionado a ver películas- es que a veces hay que distinguir el propósito de una película. Tanto por el realizador como por el que va a verla. Hay muchas películas mierd… quiero decir «paqueteras»! que de todos modos uno las ve «para refrescar».

    Ojo: no defiendo el control de las películas ni su distribución en días/horarios específicos, sólo pongo este ejemplo de que a veces las necesidades son variadas y por tanto las películas pueden variar. «La lista de Schindler» es tremenda película -y una de mis favoritas- pero hay veces que uno tiene ánimos de ver algo más en la onda de «tiros y paquetes», aunque sea para despejar. En este sentido es que yo evaluaría a «Salt», una película que vi una vez y no me interesa ver más.

    Este tema de las películas es fascinante… pero tengo que seguir trabajando, así que lo dejo para otro momento.

    Me gusta

    • Lo que me ocurre con Salt es simplemente que no me gusta que me tomen el pelo, sobre todo cuando hay una evidente doble intención y nada de ingenuidad en el mensaje. Veo que te apasiona el cine, lo cual es un punto más de coincidencia.
      Ahora que estoy en París, recuerdo El fabuloso destino de Amelie Poulin, una deliciosa comedia. Tenía mensajes inteligentes y agradables, además de que en el fondo, estaba vendiendo una vez más al bello París. Pero eso es aceptable.
      Para mi lo inaceptable es la «venta» de «guerras buenas», de «buenos malos» y de un sesgo ideológico muy mal intencionado para crear clichés.
      Sin embargo, cuando se hace un buen cine, es difícil pecar de todos esos defectos. Hollywood es capaz de hacer cosas maravillosas, extraordinaria, pero necesita todavía más dinero para rebosar sus arcas. He ahí el petit problem. Agradecido.

      Me gusta

Replica a El loco de los bichos Cancelar la respuesta