
Impasible, con aires de elegancia, siempre iluminada de forma natural o colorida en las noches, la Fuente de Cibeles de Madrid es tal vez el sitio más fotografiado de la capital española y su historia de más de 200 años aparece rodeada de enigmas y tradiciones.
Cibeles está compuesta por la figura de la diosa, obra de Francisco Gutiérrez, sentada en un carro tirado por dos leones, diseño de Roberto Michel, concebidos entre 1777 y 1782, la fecha de su terminación por encargo de Carlos III. Y el primer detalle curioso es que los leones del carruaje no se miran. No es ningún capricho del escultor, sino la representación de la historia de Hipómenes y Atalanta.

La diosa como tal, es venerada por su poderosa sexualidad, según la mitología, porque ya estaba presente desde su mismo origen, cuando el esperma de Zeus, resultado de un sueño erótico del padre de los dioses, cae en Frigia y fecunda la roca Agdos. De allí nació un ser hermafrodita, Agdistis, tan libidinoso que surgió un plan para acabar con la procacidad de su parte masculina.
Dioniso, el dios, fue designado para ejecutar la decisión divina. Vertió vino en la fuente en la que Agdistis solía beber y aprovechó la somnolencia provocada para atar los testículos del hermafrodita a sus propios pies. Al despertar, con el brusco movimiento del cuerpo amputó su sexo viril y Agdistis pasó a ser una figura femenina, a partir de entonces Cibeles.

La fuente de Madrid representa a la diosa madre Cibeles, identificada en el panteón griego con Rea, madre de los dioses olímpicos y símbolo de la tierra y la fecundidad.
De los leones, hay otro pasaje de la mitología que ofrece respuestas. Atalanta, una niña abandonada por su padre en las montañas, se convirtió en una gran cazadora y atleta, dijo a su tutor que solo se casaría con el hombre que le ganara en una carrera. Entre los pretendientes había un joven llamado Hipómenes, descendiente de Poseidón. Hipómenes hizo un trato con Afrodita y le pidió tres manzanas doradas del jardín de las Hespérides.
Entonces, Hipómenes dejó caer las manzanas y Atalanta se detuvo a recogerlas. Así convino en el matrimonio. Ebrios de amor, luego de un día de caza, entraron en un templo de Cibeles y tuvieron relaciones sexuales dentro. Furiosa, la Diosa decidió castigarlos, condenándolos a tirar de su carro, juntos para toda la eternidad, pero sin poder mirarse.
-DE LA VIDA REAL
Rodeada de hermosos edificios, como el Palacio Cibeles, la Casa de América y el Banco de España, la fuente también guarda sus detalles, no del todo conocidos. El primero y más interesante se relaciona con la entidad financiera.

La famosa serie de Netflix La Casa de papel, seguramente no tuvo precisiones en su puesta en escena de una de sus temporadas. En caso de que las alarmas de la Cámara de Oro del Banco de España saltasen por intento de robo, todas las habitaciones de la sala se inundarían con el agua de la fuente en cuestión de segundos. Todo ello, gracias a la canalización de las aguas que van desde el subsuelo de los leones del carro de Cibeles hasta la habitación acorazada que protege los lingotes y las monedas a 35 metros de profundidad.
El agua que inundaría esta sala procede de dos arroyos subterráneos: Las Pascualas, que corre casi a nivel de superficie a lo largo del Paseo de la Castellana, y Oropesa, que baja por la calle Alcalá y alimenta la Fuente de Cibeles.
Finalmente, otro hecho singular: tiene una hermana gemela en Ciudad de México, aunque mucho más reciente. La más joven Fuente de Cibeles fue inaugurada el 5 de septiembre de 1980 por el entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, gracias a la donación de una réplica por parte de la comunidad de españoles residentes México.

Y es el punto de encuentro para las celebraciones del club Real Madrid.
Muy interesante el artículo. La
Dios Cibeles tiene más misterios pero el caso es que es sin duda un símbolo de Madrid aunque no le pertenezca
Me gustaMe gusta
Hola Camila, me alegra mucho te hayan gustado mis crónicas, siempre es bueno contar con nuevos lectores. Gracias
Me gustaMe gusta