Que no decirle a La Habana, espléndida y llena de magnetismo contra vientos y mareas. Ciudad de amores, música y cadencia. ¡500 años!
Suspiran por ella más de un centenar de canciones y poemas, como si su magia escondiera las imperfecciones. La Habana o Havana, como ha sellado también su nombre en el firmamento la capital de Cuba, es una oda al tiempo.
Aún en medio de avatares económicos, conserva el orgullo de una isla del Caribe que por pequeña, se afirma en la grandeza de transpirar música, ron, tabaco, historia, naturaleza, mujeres hermosas y cadencia cultural.
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Un lunar en la punta de la nariz 
Bella descripcion de una ciudad viva, bella y aún no estando lo cuidada que se merece, es un privilegio haberla vivido, disfrutado en sus entrañables rincones. Mi añoranza siempre estará presente, su cielo, su mar que la defiende y en ocasiones la devora.
Gracias por regalarnos este artículo que sale del corazón y te hace vibrar cdo la mencionas, merece la pena y contagia.
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Fiel lectora, muy halagadores tus comentario. Pero La Habana que muchos amamos, puede castigarnos con su intenso sol de cambios climáticos, lluvias atropelladas y muchos descuidos en sus fachadas. Aún así, su capacidad de resiliencia es extraordinaria; luego sus improntas culturales, religiosas e históricas, completan un tipo de armonía llena de contrastes y, sin embargo, filosófica.
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