Inspirar una generación, la máxima de Londres-2012. ¿Será posible?. Lo cierto es que los XXX Juegos Olímpicos pasarán a la historia en virtud de los detalles que los hicieron diferentes, sui-géneris.
Emotivos, todos lo son, pudiera argumentarse. Pero ninguno dedicó tanto esmero al concepto del éxito o el revés, al triunfo pletórico y al drama del fracaso. Fue Londres-2012 exquisito en estos capítulos, con la fineza del buen gusto y la medida, sin excesos.
Termina la fiesta. Ya lo dijo Shakespeare que si durara siempre, divertirse sería más aburrido que trabajar. Ha sido un placer compartir estos momentos, hablar o escuchar al ritmo de la sinfonía más colosal de idiomas y lenguas existentes en el planeta Tierra.
Presenciar hazañas, actuaciones descollantes, la entrega llena de coraje y esfuerzo.
Sucesos para comprender el significado para una mujer saudí competir por primera vez en Olimpiadas, o el llanto sentido de un astro dominicano cuando imaginó bajo la lluvia que eran lágrimas de su abuela desde el cielo, al recibir la medalla de oro en el estadio de Strarford.
Yo también tengo un diploma olímpico firmado por Jacques Rogge y Sebastian Coe. Ojalá sirva para inspirar a las nuevas generaciones.
You may say I am a dreamer but I am not the only one (…). Imagine, John Lennon.
Los molinos ya no están, pero el viento queda todavía, reflexionaría Van Gogh.
Es un artículo hermoso y muy ajustado a la realidad, no le falta la poesía de un Veterano en Olimpiadas y un maestro de la pluma.
FELICIDADES!!!!!!!!!!!
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Sin dudas un honor y una oportunidad privilegiada. Enhorabuena!
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Para los amantes del deporte, nada más emotivo que unos Juegos Olímpicos o un Mundial de Fútbol.
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