Flaubert y su eterna Madame Bovary

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Capital de Alta Normandía, Rouen, la “Ciudad de los Cien Campanarios” como la bautizara Víctor Hugo, o “La Atenas Gótica” según Stendhal, transpira cultura: una simple mirada a su Catedral de Notre-Dame nos remite a Claude Monet y cualquier alusión literaria se asocia con Gustave Flaubert.

La precisión a la cual se debe un médico cirujano, en este caso su padre, y su devoción por el arte, convirtieron a Flaubert en un escritor preciosista, célebre además por su incansable búsqueda de La palabra justa (Le mot juste).

Disfrutó de la admiración por la calidad literaria de su obra, pero también del repudio de la sociedad, por los problemas morales que supuso Madame Bovary, su novela del siglo XIX de escándalo, pasión amorosa y tragedia.

Lo curioso es que Flaubert volvió a los primeros planos, si acaso dejó de estarlo en algún momento. Una vez más el protagonismo se relaciona con su imaginaria (o quizás casi real) Emma.

El museo de Bellas Artes de Rouen, en el noroeste francés, hizo el lanzamiento de una página web dedicada al borrador y el manuscrito de Madame Bovary, luego de un largo y minucioso proceso de digitalización del material.

La historia de Emma, aquella dama de sociedad resistida a seguir los patrones de la sociedad de entonces y lista para la ruptura con su propio caparazón, aparece ahora en cerca de cuatro mil 500 hojas y otras páginas de textos re-catalogados.

Se hizo a un costo de 120 mil euros con la participación voluntaria de cerca de 659 personas de 12 nacionalidades.

Flaubert, nacido el 21 de diciembre de 1821 en Rouen, falleció a los 88 años de edad con la satisfacción de haber convertido a Emma Rouault (luego Madame Bovary) en un símbolo del amor y la rebeldía.

Su obra cumbre fue publicada por entregas en 1856 en la Revue de Paris. Flaubert y su editor enfrentaron un proceso judicial por presunta inmoralidad, pero salieron absueltos con el favor de un buen abogado.

Así, en 1857, aupada también por los corrillos del escándalo, la novela salió a la venta en forma de libro, pero de todos modos el autor no pudo eludir jamás los ataques y las insinuaciones de la prensa.

Entonces, decidió apartarse del camino novedoso escogido con Emma y escribió Salambó, una trama de amor situada en la antigua Cartago con la cual complació a la sociedad y alcanzó en 1866 la preciada Legión de Honor de Francia.

Madame Bovary es una de las obras insignes de la literatura francesa y entre las más leídas del mundo. Fue llevada al cine en cinco ocasiones, por directores de renombre, entre ellos Jean Renoir (1933), Vincent Minelli (1949) y Claude Chabrol (1991).

La versión de Chabrol es una de las más apreciadas, por la fidelidad a la novela y sobre todo, la soberbia actuación de Isabelle Huppert.

En el Festival de Cine de Cannes-2009, Isabelle Huppert recibió halagos y ácidas críticas de la prensa francesa en razón de su actitud como presidenta del Jurado. Al referirse a la notable actriz, los medios utilizaron con frecuencia y con toda intención la frase: la ex Madame Bovary…

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