Ciudad de los vientos, emporio del jazz, con historias de los más diversos temas, Chicago guarda uno de los perfiles más atractivos de los Estados Unidos, con un abanico privilegiado de arte, deportes, negocios, música, política y hasta de la mafia con Al Capone entre sus residentes del pasado.
Aunque es considerada cuna de los rascacielos en el mundo, también tiene aires afrancesados y victorianos en sus edificaciones y muy en especial a lo largo del río Chicago, con puentes y muelles que recuerdan al Sena de París, salvando distancias.
Las influencias galas se asientan en su historia. Fueron los indios de Illinois (Portawatomis) los primeros en reclamar territorio en lo que llamaron Chicaugou, que significa poderoso, grande y fuerte.
El padre Jacques Marquette y Louis Joliet, fueron comisionados por el Gobierno de Francia en 1673 para explorar el lugar que más adelante se convertiría en Chicago, una derivación afrancesada del nombre original de los indios.
Su nombre está asociado a capítulos muy reconocidos internacionalmente, como el nombre de un antológico grupo musical; de los Chicago Bulls de la NBA del basquetbol; los Medias Blancas y los Cubs de las Grandes Ligas del beisbol y de varias películas.
El estadio Soldier Field, casa de los Chicago Bear del fútbol profesional americano (NFL), es otro de los veteranos de la urbe.
A un costado se encuentra el Museo Field, en el umbral de una vista extraordinaria, el lago Michigan, uno de los Cinco Grandes de Norteamericana, que en verano es zona de jolgorio y relajamiento de bañistas y de paseos en yate.
Cada año recibe un promedio de 42 millones de turistas, en su mayoría nacionales por sus innumerables atracciones y sólida infraestructura
Ciudad de tanta belleza y fama. También siempre asociada a la mafia. Y uno de los emporios de la buena mesa en USA
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Muy hermosa y acogedora, aunque la violencia en ciertas zonas es temeraria.
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