La miró a los ojos, intentó adivinar su expresión, pero no pudo más que despedirse con un beso de codos. Más allá de la mascarilla, las insinuaciones se antojaban un barco a la deriva absolutamente sin rumbo.
Era el amor en medio de la pandemia y aunque la conversación fue poco edificante, él tenía muchas esperanzas de que cuando todo terminara, podría hacer más que mover la cola como los perros en señal de alegría.
Al final, los escasos intercambios pasaban siempre por el malévolo Covid-19 y como ya ambos se habían convertido en expertos, disertaban sobre el nuevo coronavirus del cual escucharon hablar en diciembre de 2019, muy distante allá en China.
No había sido sólo una pesadilla asiática y la idea de que se trataba de un virus importado, terminó por sorprenderlos, cuando le dio la vuelta al mundo, literalmente.
-ANTIDOTO-
Hablaron de tomarse una botella de vino, dialogaron de marcas y cepas, pero la incomodidad de hacerlo con nasobuco o barbijo de por medio era ya un problema. Luego, la idea de alunizar un apasionado beso estaba descartada.
En su aislamiento perentorio, le pasó por la cabeza proponerle a su enamorada un nombre original para el hijo que tendrían más adelante: Antídoto, sin importar el sexo de la criatura.
Sin embargo, el rechazo fue mayúsculo y desplante total.
Al cabo del tiempo supo que ella se había comprometido “con el hombre de sus sueños”, un médico epidemiólogo que trabajaba en la búsqueda de una vacuna contra la Covid-19.
Asi son los amores del momento, simpática historia ojalá quede pronto en el olvido
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Bueno tampoco en el olvido, es una bonita historia que tal vez se da en la vida real. Lo que si coincido es en dejar atrás lo antes posibles el terrible coronavirus
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