Había una señal en el horizonte que de forma sugerente me acercaba a la idea de escribir un libro biográfico, sobre mi vida. Como propuesta sonaba interesante y por más vueltas que le diera a mis musas, rezumaban aires de punto de partida.
Estaba igualmente convencido de la alta probabilidad de que no resultara atractivo para los lectores, ni tampoco, naturalmente, con el potencial de un best-seller. Pero es la moda y por algo se empieza.
Hace unos años se estableció dentro del clan de los artistas de cine el tema de la integralidad. Además de actuar bien, se hizo necesario que cantaran y si añadían algo de baile, mejor. Luego se incorporaron las redes sociales.
Un asunto de reconocimiento comienza por los seguidores en Facebook y Twitter. Más en boga ahora, Instagram.
Los cantantes se cotizan al alza por la cantidad de Premios Grammy y también ingresan al mundo del Séptimo Arte, aunque con éxitos contados. Coquetean con el histrionismo, mientras los actores, con mejor aceptación, se atreven a desafiar el pentagrama junto con amasar, en lo posible los Oscar.
Nada de todo lo dicho, empero, gana tanta relevancia en la actualidad como escribir un libro. Es la tendencia.
Recientemente un cantautor relativamente conocido en Latinoamérica, cuyo nombre no mencionaré por cuestión de ética, anunció que estaba por lanzar su libro autobiográfico (¿¿¿???). También, por añadidura, adelantó la idea de ingresar en el elenco de una telenovela.
Me alegra mucho que el mundo actual anime a las personas a ser cada vez más polifuncionales. Sin embargo, deberían existir los límites, como por ejemplo con ciertas letras del popular reggaeton.
A lo largo de la historia hay notables carreras que debieron ser escritas por otras plumas, porque simplemente los personajes fueron tan extraordinarios, que no necesitaron aderezos para ser admirados.
Las fronteras del kitsch al parecer ya no existen. La idea es a priori cumplir con el cliché de ser integral.
Quién sabe del destino de mi libro autobiográfico, si llego a escribirlo. Después seguirá la actuación, el canto y las redes sociales (…).
Jajajajajajaja, buenísimo. Te felicito y animo a escribirlo, el baile y otros aderezos ya tú los tienes.
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Gracias por el comentario. A lo mejor me atrevo…jajaja
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Buena idea si al final el kitsch está ganando terreno hay q responder
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Totalmente de acuerdo
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No está mal hacer libros siempre que contengan pasajes o vivencias interesantes. Ciertamente hay mucha mediocridad en el ambiente en el arte.
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El asunto es que se trata de una condición establecida por el mercado para que un famoso sea multifacético a la fuerza. Escamoteo del verdadero talento.
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Reblogueó esto en Un lunar en la punta de la narizy comentado:
Un libro autobiográfico, componer una canción, filmar una película o hasta cantar…quien sabe que haremos para conquistar el protagonismo en las sacrosantas redes sociales.
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