Un viejo conocido que cumple a la perfección con las dos categorías, me dijo hace poco, sin ambages ni pretextos plausibles, que ya sus erecciones habían pasado al olvido. “Voy a cumplir 80 años”, confesó con cierto aire dramático.
Yo estaba sentado en un butacón y me hundí lo más posible. En realidad no sabía que responder y lo único que se me ocurrió fue lo clásico: “pero te conservas muy bien”.
Frases hechas, ciertamente. Salvadoras en situaciones límites como con aquella dama rubicunda subida, con pintura de labios mal repartida en su rostro, aunque con un espíritu y dignidad admirables.
Ella había perdido el brillo, pero nunca sus aires de ninfómana o vampiresa. Y cuando comenzó a caminar con extrema lentitud, un día me comentó lacónicamente: “ya casi no puedo (…)”.
Los dos personajes, adornados en honor al respeto, me llevaron indefectiblemente a pasajes de la extraordinaria película Amour, una de esas joyas del Séptimo Arte que no alcanzan la rimbombancia, porque abordan con crudeza temas que los humanos preferimos eludir con demasiada frecuencia.
Michael Haneke quizá me insufló bastante de su reflexión en Amour con los demonios de la pasión en decadencia, cuando a los fulgurantes Emmanuelle Riva y Jean-Louis Trintignant toca a la puerta el pacto de la rendición.
Tiempo atrás vi otras dos cintas tan desgarradoras como elocuentes. Manchester by the sea (Casey Affleck), y Collateral Beauty (Will Smith) (traducida como Belleza inesperada o Belleza oculta).
Temas demoledores, muy fuertes. Y uno hace lo de siempre, esquivar, mirar hacia un lado y pensar que «esto no es con conmigo”
A mí por lo menos me perseguirá para siempre el recuerdo de aquel hombre inteligente con disfunción eréctil irreversible y de aquella dama, también octogenaria, siempre dispuesta al combate.
Amour, recuerdo haberla visto no hace mucho, quizás dos años, una excelente película, al igual que Belleza inesperada con un final justo así, inesperado, pero sin duda lo que más se recuerda, como has mencionado, es lo que se vive, así las películas sean muy buenas.
Te vi en algún sitio, comentando algo, estaba distraída y se me abrió tu perfil y me trajo hasta aquí ha sido grato.
Un saludo
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Siempre es de agradecer la lectura y si fue casual mejor. El buen cine para mi es como una aproximación de literatura visual. Gracias
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La vida pero bien vivida porque llegar a 80 años ya es un gran regalo
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Por supuesto, en realidad es un privilegio, Gracias por la lectura.
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