El deporte está lleno de milagros. Tiene, como el arte, la virtud de sacar a relucir muchas veces la mística de las cualidades humanas, a la vez que regala en los Juegos Olímpicos un espacio sui-géneris de paz, amor y amistad.
Multimillonarios tenistas, grandes estrellas del basquetbol, por citar algunos ejemplos, hacen un paréntesis para entregar sus mejores prestaciones en la cita cuatrienal. Con cinco experiencias personales en estos encuentros y ahora como espectador privilegiado desde Chile, no dejan de emocionar los pasajes cariocas.
Al margen de las medallas, dos historias no deberían nunca olvidarse en la Olimpiada de Río de Janeiro 2016. Dos deportistas sobre los 40 años de edad con anecdotarios increíbles.
*La chilena Erika Olivera es un caso irrepetible. Completó por quinta ocasión la maratón olímpica de 42 kilómetros y 195 metros, primera mujer en la historia que logra tal hazaña. Abanderada del país austral, a los 40 años de edad se decidió a hacer una confesión espeluznante.
Alcanzó el puesto 105 entre 156 participantes para marcar su retiro. Madre de cinco hijos, reveló recientemente que fue violada sexualmente por su padrastro desde la niñez y que apenas a los 17 años pudo liberarse de su yugo.
-Me enorgullezco mucho de haber terminado los cinco (maratones) y de ser la primera mujer en la historia que lo hace. Me siento joven, feliz de haber podido terminar la carrera. Es un desafío que me había propuesto hacía cuatro años, declaró Olivera.
-GIMNASTA DE 41 AÑOS
*El milagro de la gimnasia artística femenina tiene nombre y apellido uzbeco, Oksana Chusovitina. A los 41 años de edad y con un hijo de 16, es la más longeva de la disciplina, con un palmarés impresionante desde su debut hace 24 años en Barcelona 1992 donde conquistó su primera medalla de oro.
Río de Janeiro marcó su séptima aparición en justas olímpicas. Compitió con cuatro banderas. Primero para la Unión Soviética hasta su desaparición; en Barcelona 1992 con la Comunidad de Estados Independientes (antigua Urss); como uzbeka compitió en Atlanta 1996, Sídney 2000 y Atenas 2004; alemana en Beijing 2008 y Londres 2012; y en Río de nuevo uzbeka.
*Islas Fiji tiene apenas poco más de 800 mil habitantes y está de fiesta, al punto de que el Gobierno pidió en lo adelante más productividad laboral. La razón, la medalla de oro del rugby de forma categórica, la primera y única del enclave cercano a Australia y Nueva Zelanda.
*Joseph Schooling pidió una foto como fan de Michael Phelps hace ocho años en Singapur, cuando el entonces adolescente de 13 años quería ser algún día como el Tiburón de Baltimore. Phelps comenzaba a agrandar su leyenda en los Juegos de Beijing 2008.
Schooling, oriundo de Singapur fue en 2016 el encargado de impedir que Phelps sumara otra presea de oro a su enorme colección (23 de oro, tres de plata y dos de bronce). Se impuso en los 100 metros mariposa y cumplió su sueño.
*De la natación de Río-2016 otra arista. Los organizadores se vieron obligados a vaciar las piscinas olímpicas para rellenarlas con agua limpia, luego de varios de días de enigmas alrededor de la extraña coloración verde.
Los responsables del Centro Acuático Maria Lenk decidieron verter un millón de galones de agua procesada, tras dejar que el desastre se fuera por el desagüe. Después del suspenso de varios días, al fin se supo que alguien accidentalmente vertió 160 litros de peróxido de hidrógeno, sustancia usada para la limpieza de piscinas, pero que impide a la cloroquina cumplir su rol: matar bacterias y micro-organismos.
Aguas celestes devenidas verde mustio que enrarecieron el espectáculo.