Todo lo que cantaba lo convertía en oro, al punto de que al tomar Gracias a la Vida para rendirle homenaje a su autora, la chilena Violeta Parra, la hizo suya como nadie. Cuando uno recuerda a Mercedes Sosa, La Negra, a esa voz que parecía soprano y terminó de contralto, del pentagrama saltan otras melodías.
Una de las voces latinoamericanas más auténticas de la historia, tan cercana al huayno (música andina), Mercedes Sosa, que cumpliría 79 años el 4 de octubre de 2014, se apoderó también de Ojos azules, del peruano Manuel Casazola Huancco. Y tomé de pretexto a la inolvidable intérprete argentina para hablar precisamente de los colores del iris.
En un mundo tan interconectado, es obvio que millones de lectores seguramente sabrán que los tonos de los ojos tienen un origen todavía enigmático, pero en especial los azules fascinan a los investigadores. Se cree que el primer humano de ojos azules vivía en el Báltico hace más de 10,000 años.
La cantidad y distribución de melanina en el iris determina el color de los ojos, asegura Wikipedia. Pero para más precisiones, los azules son resultado de una variante en el gen HERC2.
Según el profesor Hans Eiberg, de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, el aporte de melanina propio de la pupila marrón se apaga y el resultado es una mutación hacia el azul. Sin embargo, no se hagan ilusiones quienes adorarían llegar a un cambio de este tipo, porque obedece a un extenso proceso evolutivo.
De hecho, otro estudio asegura que ese hombre (sí, a todas luces era un macho) que dio en herencia a la humanidad los ojos azules, tenía la piel oscura y era un cazador-recolector del mesolítico hace unos 7,000 años.
Carles Lalueza-Fox, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el mayor de su tipo en España, asociado al Centre for GeoGenetics de Dinamarca, logró recuperar el genoma del cazador-recolector que “poseía las versiones africanas en los genes que conforman la pigmentación clara de los europeos actuales, lo que indica que tenía la piel oscura, aunque no podemos saber el tono exacto».
De acuerdo con estadísticas de Institutos de Estudios de los Ojos en Europa, Japón, Estados Unidos y Canadá, los colores de ojos más populares en el mundo son el castaño (o marrón) y el ámbar o miel, seguidos por los pardos o avellana y los azules (10 por ciento de la población del orbe).
Sorpresas. Los ojos verdes, que concitan ahora investigaciones científicas, lo tienen sólo el 3 por ciento de las personas que habitan nuestro planeta, en tanto los grises claros, son los colores más exóticos y menos conocidos por los especialistas.
Al final como decía Mercedes Sosa:
Ojos azules no llores,
No llores ni te enamores
Entonces el legado del hombre de hace 7,000 años fue enorme, pero pensaba que el tema con los ojos verdes era más fácil de saber su origen.
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Agradecido por el comentario.
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Entonces yo que tengo los ojos pardos estoy en una categoría relevante. Que bien!
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Así es. Ojos color avellana o miel, son bastante distinguidos.
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La riqueza de la vida que se expresa en tantas formas, y nosotros, que por suerte, no nos cansamos de escrutarla. Gracias
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