Aunque las Navidades corresponden a una sólida tradición del cristianismo asociada al nacimiento de Jesús en Belén, tienen la virtud de transmitir el espíritu de fiesta ante la proximidad del fin de año a la inmensa mayoría de la población mundial.
En numerosas ocasiones, con un nexo muy fuerte de cenas acompañadas por vinos. Es curioso como incluso en las sociedades asiáticas que se rigen por el calendario lunar y no el gregoriano, se suman a las celebraciones, aunque sin el mismo toque de distinción de pavos y cerdos asados, ni tampoco del vitis-vinífera.
Si bien el desenfreno comercial derrocha elocuencia, los bolsillos son los encargados de marcar las pautas. También el tema de las celebraciones se debate entre la intimidad de los hogares o los sitios públicos.
Lo inevitable en casi todas las latitudes es tropezar con rostros mustios y rutinarios con gorros rojos y blancos, trajes de Noel o Santa Claus, arbolitos navideños pomposos y agresivos, y la eterna musiquita de época más allá de los socorridos villancicos.
Se antoja un proceso cíclico, en el cual no escapa ese eterno hálito de esperanza de un futuro mejor. En fin, que este largo bostezo apunta a una cartera de recomendaciones de buenos vinos y comidas para el jolgorio y entre amigos.
-CARTA DE VINOS-
El vino es uno de los antioxidantes por excelente, magnífico elemento de ayuda a la circulación sanguínea y con notable contenido de vitaminas A, C y del complejo B, como biotina, colina, ácido fólico y pridoxina, entre otros, según estudios.
De acuerdo con investigaciones científicas, en consumo moderado reduce el riesgo de contraer cáncer, pues contiene sustancias que activan la respiración celular. Además es digestivo y sus polifenoles evitan la acumulación del colesterol negativo en los vasos.
Dicho esto, no estaría mal un panorama abarcador para los consumidores:
-Domaine de la Romanée Conti de Borgoña, Francia, a base de Pinot Noir.
-Leroy Clos Vougeot, otro Borgoña, ecológico, de frutas silvestres, sedoso.
-Cháteau Haut Brion, de los Premiers Grands Crus Classes al lado de los otros cuatro del mismo rango en los Médoc. Es de Pessac, en Graves, y mezcla armoniosamente Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon y Merlot.
-Cháteau Margaux, uno de los exquisitos para acompañar las carnes rojas. Un apasionado colega argentino recordaba que los Rutini Trumpeter Reserva se atreverían a asomar sus narices frente a los Margaux. Probablemente.
-Roberto Voerzio Barolo La Serra de Italia. Un vino tánico como dirían los expertos, aromático y generoso entre los tintos.
-Quinta Do Vale Meao de Portugal.
-JL Chave Hermitage, con marcado sabor de Syrah y ligeramente Viognier, púrpura, afrutado y con especial longueur. Redondo y con aliento a su origen en el Valle del Rhóne.
-Ridge Montebello, de California, Estados Unidos. Se atreve a desafiar a los mejores vinos bordoleses.
-Penfolds Grange de Australia. Se ubica entre los más reputados del mundo por su textura y calidad con la dominante Syrah.
-Para completar la muestra de excelencias en los tintos, España con una gama en la cual no podían faltar los Aurus y Aro de Rioja; Alabaster, D.O. Toro; Pingus y Vegas Sicilia de Ribera del Duero.
Asimismo, los Selvarossa y los Chianti italianos; los sudafricanos (Flor du Cap Pinotage, Nederburg Manor o Genelly), sin olvidar a Chile (Rayun Cabernet Sauvignon, Misiones de Rengo, Veramonte, Santa Rita, Concha y Toro Marqués de Casa, y Casillero del Diablo).
-MESA A LA VISTA-
Lo habitual en algunas regiones, el pavo asado con distintas recetas. Con cerezas, zumo de naranja y limón, ajo en hojuelas, perejil, salsa de soja y vino rosado, es delicioso.
Otros prefieren el cerdo, al horno como en Panamá, asado en puya a la usanza del campo en Cuba, o al estilo Porchetta de Italia. Algunos añaden el Pan de Jamón, o prefieren el salmón noruego con curry, la paella, langosta termidor o el mismo pavo relleno.
El asunto del relleno varía de acuerdo con gustos y posibilidades. Mi madre lo hacía tiempos atrás con dotes de cirujana capaz de introducir en todo el cuerpo del pavo una mezcla de alimentos para los dioses. Lo demás era cuestión de tiempo y de horno.
Para los iberoamericanos, creo, el espectro de la variedad es casi infinito. Mejillones, percebes (ese bicho raro y carísimo que deleita a los españoles), camarones, pescados, solomillo de res y una colección vegetariana para no ruborizarse ante el colesterol.
Te ´voy a obsequiar una Guía del Buen Beber, sobre Vinos de Leyenda de Rioja para ver si en el 2013 te animas a escribir la tuya de carácter mundial.
La portada navideña está muy bonita.
Felicidades!!!!!!!!!.
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Es una buena oferta de la cual tomo nota, en vista de que los vinos no llegan. Touché, como se dice en francés. Abrazos y felicidades!!!
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