Un personaje delirante que ganó celebridad popular décadas atrás en La Habana, Cuba, se dio en llamar El Caballero de París. No era ni francés ni tampoco conoció nunca a París, sino de origen español, de la provincia de Lugo.
Hombre gentil que desvariaba en las calles de la Isla, para muchos el francés más popular conocido en Cuba.
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