Una corbata es parte de la regla de oro de la elegancia, impuesta. Comer spaguettis con corbata no es algo muy cómodo, pero que remedio…
París.- Egipcios y romanos tuvieron el dudoso placer de anudarse alguna vez un pedazo de tejido en el cuello de forma triangular, pero al parecer fueron los franceses los promotores de la tortura y la elegancia de la corbata.
En el atuendo masculino de hoy en día no hay un elemento más fastidioso que la corbata, aunque los modistos se empeñen en decir que representa el toque especial del buen vestir.
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Un lunar en la punta de la nariz 
Las corbatas son la elegancia masculina, aunque no le parezca. Renegar de ellas es colmo renegar de la etiquera.
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Bueno ya veo que hay adeptos a las corbatas. Yo no reniego, simplemente las evito.
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Bueno yo también me sumo a los defensores de la corbata.
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De acuerdo, la lista tiene defensores y detractores.
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