Desafío a la gravedad: Balancing Rocks de Zimbabwe

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Motherandchild
Son de cierto modo como las ruinas del Imperio Romano, pero lejos de la Ciudad Eterna. Silenciosas, rocas de distintos tamaños, amontonadas de forma caprichosa, desafían la gravedad, fusionadas por accidentes ocurridos hace miles de años en Zimbabwe, Africa.

Fueron bautizadas como The Balancing Rocks y muchas están ubicadas en parajes comunes de la nación del cono sur africano. Ninguna señal específica da cuenta de un escenario sorprendente, salvo en el Parque Nacional de Mapoto, cerca de Bulawayo, donde abundan rinocerontes, leopardos, jirafas, avestruces, cebras, impalas y antílopes.

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Aunque existen diferentes criterios en las investigaciones científicas realizadas, se cree que la formación de estas rocas ocurrió cuando antiguas intrusiones de granito fueron expuestas a la intemperie, con piedras más blandas erosionadas en su entorno. También pudo producirse este fenómeno natural por glaciares erráticos.
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Se conocen también como kopjes Balancing Rock, que son vistos en forma de enormes bloques angulares de granito apilados en la parte superior y al lado uno del otro. Existen además de Zimbabwe en India, Estados Unidos, Inglaterra, Canadá y Polonia, pero en cada lugar con características diferentes.
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Del Parque Nacional de Mapoto resulta bastante singular el promontorio Mother and Child Kopje, aunque hay otras muchas rocas que se antojan obras de arte concebidas por los más refinados escultores.
BrimhamRocksDigbyCanadá
Fuera de Zimbabwe hay otros caprichos de lujo de la naturaleza, como Brimham Moor en el norte de Yorkshire, Inglaterra; y la muy curiosa pila (o columna) de basalto de Digby Nova Scotia, en Canadá

12 comentarios en “Desafío a la gravedad: Balancing Rocks de Zimbabwe

  1. El tema de las rocas fundidas por glaciaris tiene muchas aristas y si bien las que menciona son las más conocidas en el mundo, me imagino que investigadores consagrados deben haber hallado otras de valores extraordinarios.

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  2. Pingback: Zimbabwe: Balancing Rocks | Un lunar en la punta de la nariz

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