
Enjugó un par de lágrimas al hablar de sus hijos y su voz rasgada se hizo más grave luego de admitir que desearía hacer papeles de bueno en el cine. De alguna forma, Michael Madsen se apartó del blindaje de villano favorito de Hollywood.
Admirador de Humphrey Bogart, el actor estadounidense que tiene el privilegio de ser uno de los preferidos de Quentin Tarantino, recordaba como el emblemático malo de muchas películas consolidó su perfil con El halcón maltés y terminó de icono con Casablanca.
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