Reírse de la muerte: Marcos Mundstock

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La frase del titulo parecería lapidaria, devastadora. Pero yo me imagino ahora mismo a Marcos Mundstock burlándose de su propio epitafio, con esa voz grave, solemne, con su hilaridad sardónica.

Ya no está, nos abandonó y lo extrañamos mucho. Porque es difícil dentro del concierto del humor hispanoparlante, del humor de horizontes infinitos, pasar por alto a una de las figuras más emblemáticas de los argentinos Les Luthiers.

Mago de la palabra, genio inconmensurable del arte de arrancar sonrisas, jamás a la vulgaridad y a los lugares comunes, fiel a un estilo que distingue a trayectoria de Les Luthiers.

Su porte distinguido y el reflector que lo seguía por el escenario, carpeta roja en ristre, anticipaban un momento hilarante. Sin embargo, aquella voz potente de bajo, pulcra, hilvanaba siempre caminos insospechados.


Era la “otra pata” imprescindible de Les Luthiers junto al también ya desaparecido Daniel Rabinovich. Ninguno de los dos debió haberse marchado, menos ahora que tanto los necesitamos en tiempos de pandemias y desatinos.

Mundstock mostraba aires doctos. De hecho los tenía, pero se las ingeniaba para romper moldes y aterrizar su rango de erudito a un nivel entendible y racional.

Para que el humor no esté de luto, Marcos Mundstock y Daniel Rabinovich, entre música y vocablos, nos dejan un hermoso legado de fantasías y risas, para nunca olvidarlos.

4 comentarios en “Reírse de la muerte: Marcos Mundstock

  1. Siempre la hilaridad reflexiva,humor fino,ese que se ha perdido en estos tiempos pre y pos Coronavirus.
    El cielo estará de plácemes con su llegada,mientras los que permanecemos en la tierra vamos a extrañar a un genio como ese.
    Que viva por siempre Marcos y su ejemplar humor.

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    • Muy cierto. La vulgaridad planea por doquier y cuando uno repasa a Les Luthiers confirma que si hay mucho espacio para el buen gusto. Una pena que se haya marchado, un placer haberlo visto. La primera vez en La Habana, la segunda en Santiago de Chile. Sorprendido porque el paso de los años y aún con la ausencia de algunos, seguían siendo genios del humor. Gracias por la lectura.

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  2. Una gran pérdida la partida a destiempo de este genio del humor. Ese que nos hace reír por su sutileza, y fina ironía. El placer de poder verlos actuar en vivo no tiene desperdicio y es una divina oportunidad. Bonito homenaje.

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    • La primera vez los vi en La Habana, luego en Bogotá y más recientemente en Santiago de Chile. Un humor tan inteligente y cultivado, y a la vez terrenal, como para tratar de llegar a todos y cautivar a la gente con la verdadera cultura. Exacto, es una gran lástima. Pero no dejo de reirme con sólo recordarlos. A Marcos y a Daniel.

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