Y si mañana se te aparece un enanito azul y te espeta: la felicidad no existe, no sigas intentándolo. ¿Qué harías?
Probablemente te encomendarías a Dios si eres creyente. Pero Dios, como en el cuento, pudiera responderte que puso en tus manos 3 veces la mejor de tus vidas, pero preferiste aferrarte a las cosas materiales.
Llegaría entonces el estado agnóstico y sin mirar a paredes inertes, el conformismo se arroparía como alternativa.
Algún sabio consejero te dirá que la felicidad es más un deseo que una realidad. Y que todo comienza y termina con la satisfacción espiritual que puedas sentir. Que el amor y, en verdad, nada en la vida, es perfecto. Pero vale la pena no rendirse nunca.
Con esto, el enanito azul se esfumará con cierto aire de felicidad.
Toca seguir intentando una y mil veces
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Por supuesto, nunca rendirse!
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Estoy de acuerdo que existen momentos sublimes, maravillosos, especiales que te hacen sentir feliz, es un estado del ser humano, pero como el que no arriesga no gana hay que seguir intentando, llegar a ese momento. Siempre puedes dar amor, cariño, afecto eso no se acaba nunca, esta dentro de nosotros y todo esta en encontrar a la persona que se complementa perfectamente y lograr el equilibrio para una convivencia sòlida y enriquecedora, saldra sin pensarlo eso es amor, esa locura que mueve el mundo y parece que no existe nada mas a tu alrededor. Siempre digo que no existe el amor perfecto, pero si el verdadero, i no hay que rendirse, eso jamas.
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