Wolinski, París…Je suis Charlie

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CHEBDO
Hace tres años trabajaba muy cerca de las oficinas del semanario satírico Charlie Hebdo en París, en el distrito 11, donde conviven las emblemáticas Plazas de la Bastille, Republique y Nation.

A la rutina de trasladarme hasta el Metro Alexandre Dumas para ir a la oficina de la Rue de Charonne, se hizo habitual recorrer la zona por diversos motivos. También había conocido a Georges Wolinski, un hombre jovial, irreverente y de humor incisivo, una de las víctimas hoy del terrorismo en París.

En el distrito 11 de la Ciudad Luz residen numerosos ciudadanos de origen africano y sobre todo árabes. Pertenecen al mosaico multiétnico de Francia, pero en ningún modo quiere decir que hayan sido asimilados armónicamente por la sociedad.

De cuánta crueldad es capaz el hombre, resumía el Papa Francisco al reaccionar ante el ataque terrorista que causó 12 muertos en la publicación francesa el 7 de enero de 2015.
Charlie
Je suis Charlie (Yo soy Charlie), se convirtió en apenas unas horas en la frase mundial traducida a todos los idiomas.

El propio Wolinski, acribillado a balazos por fanáticos al parecer yihadistas, tenía una forma muy peculiar de valorar la vida. «Soy un idiota, pero cuando veo lo que las personas inteligentes han hecho del mundo… «, repetía con una sonrisa en los labios.
Wolinski
Una cena del club de amigos del Habano en París me permitió asomarme a un mundillo de intelectuales y hombres de negocios que cada cierto tiempo, se reúnen para degustar exquisitos platillos en restaurantes emblemáticos de la principal urbe gala, y, por supuesto, fumar habanos.

Wolinski era un bromista nato y se declaraba amante obsesivo sexual de las mujeres. Hijo de madre franco-italiana y padre judío polaco, nació en Túnez el 28 de junio de 1934. Después de una cena gourmet y dos habanos, sólo falta un ingrediente de lujo (…) una belleza cubana, expresaba con una sonrisa maliciosa.

En realidad, todo encajaba en el universo onírico y lúdico del destacado caricaturista. En esa misma cuerda, cuentan que Wolinski siempre le solía comentar a su esposa que quería ser cremado.

“Tira las cenizas en el inodoro, así puedo ver tus nalgas todos los días”, le confesaba a su compañera de la vida con su típico humor sardónico.

-WOLINSKI Y MAFALDA-
Eiffelluto
Resulta muy doloroso y triste para quienes amamos París, apreciar esta foto de la glamorosa Torre Eiffel enlutada. Sin embargo, vale la pena quedarse con la imagen para no olvidar.

Entre los pocos intercambios que tuve con Wolinski en dos cenas, me contó que había participado en un homenaje a Quino, su amigo argentino Joaquin Salvador Lavado, el creador de la inefable Mafalda. Lo hizo junto con otra víctima en Charlie Hebdo de la barbarie del fanatismo, Cabu (Jean Cabut), en 2004.

Con mucho humor, por supuesto, para no dejar de ser Wolinski, dos años menor que Quino. En las caricaturas, Mafalda se queja de que no le han permitido crecer y entonces (…).
QUINOWOLI
Así me despido con este muy humilde y sentido homenaje a un colega, a sus compañeros Cabu, Stephane Charbonier (Charb) y Bernard Verlhac (Tignous), y al resto de los asesinados.

Privados de sus vidas por ofrecer un punto de vista diferente, controvertido, pero en esencia, respetable.

París llora, nosotros también somos Charlie.

8 comentarios en “Wolinski, París…Je suis Charlie

    • Es algo absolutamente cierto. Uno puede estar de acuerdo o no con los humoristas, pensar que un chiste no es bueno o algo irrespetuoso, pero ello no le da derecho a nadie a asesinar.

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